Hay tantas formas de dormir como personas existen en el mundo: destapado o tapado; con almohada o sin ella; acompañado o solo… Y con nórdico o sábanas. Quizás sea esta cuestión la que suscite más controversia, ya que las costumbres locales y familiares tienen mucho que ver en el tema. Algunas personas aprecian utilizar una sábana como capa intermedia para mantener limpia su funda nórdica, mientras que otras la ven como un gasto innecesario que acaba enredándose a a los pies del colchón. Esta elección puede parecer intrascendente (al fin y al cabo, hay temas más importantes sobre los que ocuparse, ¿no?), pero tiene sus motivos y sus consecuencias tanto a nivel decorativo como de comodidad en nuestro descanso. Para averiguar si realmente hay una «manera correcta» de hacer la cama, indagamos en la poco conocida historia de la ropa de cama y los factores que hay que tener en cuenta a la hora de elegir entre nórdico o sábanas.

Las diferentes formas de hacer la cama

Según el estilo tradicional del norte de Europa, un edredón y una sábana bajera bien ajustada es todo lo que necesita una cama para estar bien hecha, mientras que al sur nos gusta añadir una sábana en medio, y deshacernos totalmente de la capa superior en verano. En un momento dado, todas las sábanas eran iguales, completamente lisas y sin elásticos, que se envolvían alrededor del colchón. Esto fue hasta 1959, cuando Bertha Berman patentó un diseño para una sábana ajustada con esquinas elásticas que se enrollaban alrededor de los bordes del colchón. El diseño de Berman despegó y ahora se puede encontrar en las camas de todo el mundo.

elegir entre nórdico o sábanas

Entonces… ¿Nórdico o sábanas?

Al final, la decisión de utilizar nórdico o sábanas depende de cada persona, en función de sus preferencias, las características de su cama y de su casa, y del hecho de si debe compartirla o no. Estos son las factores que debes tener en cuenta a la hora de tomar la decisión.

Las sábanas lucen más como decoración, pero dan más trabajo

Las sábanas, si se hace la cama con embozo, tienen un efecto visual muy interesante que le da a la cama un aspecto limpio y cuidado: nada grita «pulcritud» tanto como una cama bien hecha, con sus sábanas estiradas y su perfecta doblez bajo la almohada al más puro estilo hotel de cinco estrellas. Sin embargo, precisamente por este motivo estas camas no son para todo el mundo, ya que lleva más rato hacerlas bien porque el tejido de las sábanas es menos agradecido a la hora de disimular las arrugas, y queda fatal cuando está deshecha.

Por ello, a la hora de elegir si vas a utilizar nórdico o sábanas debes ser sincero contigo mismo y saber si vas ser capaz de hacerla todos los días como es debido. Si tienes tiempo y eres una persona ordenada, elegir sábanas es una buena decisión; pero, si eres un estudiante soltero o un adolescente que solo hace la cama con prisas cuando viene alguna visita, será mejor un nórdico que solo debe estirarse por encima del colchón para quedar bien.

Si sois dos, las sábanas pueden ser una buena solución intermedia

Compartir cama no siempre es sencillo, aunque se haga con la persona a la que quieres. Cada persona tiene unas costumbres y unas necesidades a la hora de dormir, y hacer que coincidan con las del otro es a veces un quebradero de cabeza. Una de las principales diferencias suele ser en base a la temperatura: hay quien se muere de frío y necesita taparse siempre, y hay quien prefiere dormir en libertad. En estos casos, un nórdico puede ser fuente de problemas porque abriga mucho más, y si el caluroso se destapa, el friolero no pasará una buena noche. Si utilizas sábanas y edredón, en cambio, ya son dos capas con las que puedes jugar y aunque una parte se destape y haga que la colcha se quede arrinconada a los pies, aún tendrá la sábana para taparse.

El lugar donde vives, clave para elegir ente nórdico o sábanas

A la hora de dormir, no tienen las mismas necesidades una persona que vive en las Islas Canarias a una temperatura media de 20º durante todo el año, que un señor que vive en Noruega donde el termómetro baja por debajo de cero con mucha frecuencia. También influye, además, si tu casa tiene un sistema de calefacción central incorporado o si debes tirar de electrodomésticos para equilibrar las temperaturas de las estancias. Dependiendo de cuál sea tu caso, una opción u otra será mejor para ti.