Dormir es fundamental, pero también, descansar adecuadamente. Elegir un buen colchón, de acuerdo a tus necesidades, potencia un descanso óptimo. ¿Alguna vez te has preguntado de qué están hechos los colchones? ¡En Komodissimo tenemos la respuesta! ¡Sigue leyendo!

¿De qué están hechos los colchones?

Hay muchos tipos de colchones y cada uno cuenta con sus características particulares. Es así como encontramos los colchones viscoelásticos, de espuma, de látex y de muelles. Pero, ¿De qué están hechos los colchones? ¿Cuál es su composición? Debes saber que cuentan con distintos materiales de relleno y no se limita a su estructura. Un colchón se forma de varios elementos: el tejido superior, el relleno y hasta la funda que lo envuelve.

Cada parte de un colchón cumple con una tarea específica. Para elegir el mejor colchón, además de tener en cuenta tus hábitos de sueño, tus necesidades específicas y tu postura para dormir, es necesario considerar los materiales de fabricación. Estos garantizan que el descanso y confort sean óptimos.

 

Dentro de las partes del colchón encontramos:

  • El núcleo del colchón, que determina el apoyo o soporte que ofrece al dormir. En este sentido, un colchón puede tener un núcleo de espuma, de látex o de muelles.
  • El relleno y el tejido superior, son los que determinan el confort. Es así como hay colchones firmes y mullidos. Además, estos dos elementos también influyen en la regulación de la temperatura y de la humedad a la hora de descansar.

El cutí, la parte que envuelve al colchón

Al hablar de qué están hechos los colchones, no podemos pasar por alto el cutí, que es lo que envuelve la estructura del colchón. Es un revestimiento externo que permite que todas las capas internas del colchón se mantengan unidas. Es crucial que el cutí sea de calidad no solo para garantizar el descanso, sino para que la vida útil del colchón sea larga. Por otra parte, el cutí es el elemento que está en contacto constante con el usuario y el que le confiere su aspecto al colchón. El cutí puede ser liso o contar con patrones y dibujos.

Cabe destacar que el cutí puede fabricarse en elementos muy diferentes que le confieren una suavidad al tacto única. ¡Todo depende de sus materiales de fabricación! Hoy en día es posible encontrar cutíes de polipropileno, algodón, poliéster, poli algodón, lana, seda, etcétera.

Por último, a la hora de escoger el colchón y tener en cuenta el cutí, verifica si este ha recibido o no un tratamiento especial. Los hay antiácaros, anti olores, antimoho, etcétera.

De qué están hechos los colchones: El relleno

El cutí es uno de los elementos que menos se tienen en cuenta, pues la mayoría se centra en el relleno. ¿Por qué es tan importante este elemento? Porque es el que determina la comodidad. Los materiales que componen el relleno son los que aportan una sensación de firmeza o mullida. Pero, además, el relleno también es clave cuando se trata de regular la temperatura y la humedad.

Cada relleno es único y existen materiales muy innovadores que previenen la sudoración nocturna, como la tecnología microcápsulas; también hay tecnologías específicas que buscan absorber el olor y mantener el frescor mientras descansas. Además, hay rellenos que son antibacterianos, antiácaros y biodegradables que favorecen el adecuado descanso; en este sentido, los colchones de látex natural son los auténticos ganadores.

Y si lo que quieres es apostar por un descanso sostenible y respetuoso con el medioambiente, te contamos que hay colchones que se fabrican con materiales reciclados como las fibras de poliéster. Estas fibras suelen utilizarse para elaborar colchones de espuma.

¿Colchón de invierno o de verano?

Recuerda que algunos colchones cuentan con dos caras distintas y que se utilizan para la época de frío y de calor. Aquí, en realidad, lo que influye no es el relleno, sino el cutí. Cada cara del colchón tiene un cutí distinto. La cara de invierno suele fabricarse con lana, pues permite conservar el calor. Por su parte, el cutí de verano se elabora con algodón o lino, que favorece la ventilación y la absorción de la humedad.

Para poder descansar mejor en invierno y en verano, no olvides que es indispensable girar el colchón de forma regular. Además de que esto mejora el descanso, también alarga la vida útil del colchón. Lo más recomendable es girarlo cuatro veces al año.